CIRCULACIÓN EN LOS HOSPITALES

CIRCULACIÓN EN LOS HOSPITALES
¿Te has perdido dentro de un hospital? Las visitas a estos grandes edificios suelen ser motivo de angustia, frustración y miedo, que se amplifica al enfrentarnos con la complejidad en sus pasillos, ascensores, escaleras y al motivo de nuestra visita. Para quienes trabajan en ellos, implica un cansancio extra si deben ir de un servicio a otro, llevando un carro lleno de recipientes de cristal, por ejemplo. Con la crisis COVID es que la distribución en los recorridos ha tenido un reto de reorganización extra, para evitar cruces entre pacientes. La reorganización de flujos en un hospital de gran tamaño, con constantes renovaciones puede ser una auténtica pesadilla.
Para decidir el sitio de los departamentos y equipos en un hospital, primero se analizan las relaciones entre ellos, así como de los visitantes y el personal que trabaja en ellos. Es importante conocer el comportamiento de los usuarios y claro, priorizar los desplazamientos pues no todos los flujos son críticos. En ese caso, los pacientes en cama tienen una prioridad sobre aquellos que pueden tomar las escaleras sobre todo si el desplazamiento es de pocos pisos.
Para un hospital nuevo las circulaciones deberían ser diseñadas con claridad conceptual, para evitar confusión y espacios residuales. Los pasillos deberán ser amplios y anticipar la cantidad de personas, equipos y todo lo que pudiera estar “estacionado” en sus costados. Los pasillos en donde circulan pacientes no deberían ser monótonos o aburridos, sino tener elementos distintivos que pueden lograrse con el uso de líneas de colores en el suelo, color en los muros, arte, tragaluces o ventanas e incluso los techos. Cuando es posible con vistas hacia un patio, con algún elemento que permita la orientación para que los espacios puedan ser más eficientes y menos agobiantes. Al final, la circulación en los hospitales es un elemento que es primordial en el diseño arquitectónico.