RUIDO EN EL HOSPITAL

RUIDO EN EL HOSPITAL
¿Cómo reducirlo? Desde las sirenas en las ambulancias, el constante ir y venir de personal, alarmas, puertas, carritos de comida, los equipos móviles… un hospital nunca duerme. Dentro de ellos los niveles de ruido recomendados por la Organización Mundial de la Salud, llega a duplicarse.
La comunicación dentro de un hospital es fundamental, ya sea para escuchar una alarma o tomar los signos a un paciente, todos sabemos que los errores en las indicaciones médicas pueden ser fatales. El ruido provoca mayor estrés y cansancio para el personal sanitario, en cuanto al paciente, la falta de sueño durante los internamientos puede afectar su recuperación y con ello alargar su estancia. Hay pacientes que, además, se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad y se encuentran en áreas en las que se generan una mayor cantidad de ruido en su operación normal, como las UCIs y las urgencias.
Es por eso que, desde el diseño arquitectónico, podemos aportar cambios que ayudarán a la calidad de vida de quienes lo visitan para recuperarse y a quienes trabajan en ellos. Algunas recomendaciones son:
- Patios o espacios irregulares, que ayudarán a disminuir ecos.
- Paneles y pantallas divisorias, de materiales lavables que ayuden a reducir el ruido.
- Aislamientos en muros y techos en áreas como los laboratorios y salas de máquinas.
- Puertas con cierres automáticos “suaves”, o “gomas” que ayuden a que no hagan ruido al cerrar, además del mantenimiento en las bisagras.
- Equipos con pauta de mantenimiento preventivo y correctivo, para evitar ruidos por mal funcionamiento.